Isma estaba ejerciendo las funciones de delegado en el Sporting B, así como técnico de apoyo para infantiles. Previamente ya había realizado funciones similares a esas en el Colegio Inmaculada de Gijón, y la selección Asturiana sub16 de Eloy Olaya.
En el caso de Isma, su trayectoria es más amplia que la de otros exjugadores y rompe la regla común, pero aún así sirve para reabrir un debate latente en el fútbol español desde hace años. ¿Haber sido jugador profesional puede ser una elección más interesante que un trabajador de los banquillos que empezó en la base y ha tenido éxito? ¿tienen ventaja a la hora de manejar un vestuario? ¿transmitirá mejor los valores de la entidad por haber vestido la camiseta en el campo?
Cabe reseñar que el futuro presidente de Honor del Sporting, Vega Arango, siempre declaró publicamente su objetivo de que Mareo estuviera llena de jugadores con pasado rojiblanco.
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