Sunday, October 13, 2013

SPORTING 1 JAÉN 1 LA CRÓNICA

SPORTING: Cuéllar (2); Lora (0), Mandi(1), Bernardo (0), Canella (1); López Garai (1), Casquero (1), Álex Barrera (2); Isma López( 0), Lekic (1) y Hugo Fraile (0)

SUSTITUCIONES:  Carmona(1) por Fraile, Guerrero(sc) por Lekic y Jara(sc) por Isma Lópz

JAÉN: Toni García; Servando, Víctor Curto, Juanma, Jona, Machado, Álex Cruz, Hugo Álvarez, Óscar Quesada, Kitoko y Jozabed

GOLES: 1-0 Toni García(pp). 1-1 Jona

ÁRBITRO: David Medié Jiménez, del Comité Catalán.

El peor Sporting de la temporada empató ante un Jaén superior, que anotó los dos goles del encuentro y que retrató las miserias de los futbolistas dirigidos por Sandoval, que en ningún momento controlaron un partido en el que debía confirmarse la candidatura del equipo a los puestos de privilegio y finalizó con los rojiblancos pidiendo la hora, envueltos en un mar de dudas y con un estilo de juego aún por definir.


Saltó el Sporting al campo compungido y anquilosado, como esos astronautas que en Cabo Cañaveral se dirigen a la máquina que les propulsará a otro mundo para el que llevan preparándose meses. En el caso del Sporting, la posibilidad de afianzarse en los puestos de cabeza daba vueltas por la materia gris de los futbolistas de Sandoval, poco acostumbrados a observar a los equipos rivales desde el espacio exterior, como unas pequeñas marcas coloreadas sobre un planeta cubierto de césped y pintado de cal. Los partidos de las últimas jornadas habían desnudado las carencias del equipo, bisoñez en defensa, falta de control en el centro del campo y una total dependencia en la varita y chistera de Stefan Scepovic, cuya ausencia en el día de hoy convirtió el encuentro en un MAYDAY inacabable.

El Jaén, un equipo ordenado y con jugadores rápidos arriba, contaba por derrotas todos sus partidos como visitante, pero al poco de comenzar el duelo, se adivinaba cierto brillo en los ojos de sus futbolistas, que encontraron en los costados de la defensa gijonesa un auténtico manjar que devorar una y otra vez. Una falta de entendimiento entre Lora y Bernardo propició la primera ocasión clara de los jienenses, cuya falta de ambición y convencimiento de que podían ganar el partido, evitó que se llevarán un preciado botín del coliseo gijonés. La presión y salida de los andaluces contrastaba con un Sporting plano y sin ideas, que abusaba de desplazamientos largos hacia un Lekic que estrenaba titularidad y que vivió en su isla particular a la espera de un balón que echarse a la boca y que nunca llegó. Las imprecisiones de los locales eran contagiosas, de otro modo no puede explicarse el error del portero visitante, Toni García, que ante un centro inofensivo de Fraile introdujo la pelota en su propia portería.

Se adelantaba el Sporting sin apenas saber por qué, aunque ni el gol calmó las ansias de un equipo que no sabe jugar con ventaja en el marcador y cuya ingobernabilidad en el centro del campo continúa intacta, con Garai más centrado en labores defensivas y Casquero aportando enpaque en el medio centro y poco más. Alex Barrera volvió a ser de los más activos, descolgándose a las bandas y presente casi siempre en las escasas acciones atacantes de los rojiblancos que primero con Canella y luego con Isma López, no supieron apuntillar al rival cuando su posición era franca para el remate. Los visitantes resistían el empuje gijonés, más producto de la inercia que de un plan establecido y salían al contraataque dejando en evidencia a una defensa rojiblanca en la que sólo Mandi mantuvo el tipo, con Lora y Canella menos desacertados en ataque y un Bernardo que jugó uno de sus peores partidos en Gijón. Un gol en propia puerta del equipo rival podría resumir perfectamente lo visto en los primeros 45 minutos en El Molinón, lo cual, como era de esperar, no calmaba los ánimos.

En el segundo acto, el Sporting volvió a ser reincidente y a estrellarse una y otra vez ante un Jaén mejor plantado que seguía perdonando ante un Cuéllar que, otra vez, comenzaba a tejer en su uniforme la palabra salvador. Sandoval movió banquillo e introdujo a Carmona y Guerrero en el campo, por un Fraile que sólo apareció en la jugada del gol y un Lekic con una barba de 60 minutos que al salir a la banda preguntaba por "Viernes". Saltó Guerrero con un ímpetu que contagió al equipo por momentos, aunque todo resultara un espejismo y el Jaén continuara subsistiendo de las imprecisiones locales, saliendo con velocidad y atacando con contundencia la línea de flotación rojiblanca, para en una de esas, dejar a Mandi en fuera de juego y a Jona solo ante Cuéllar, empatar el partido y desatar la furia de la grada ante los suyos. Los locales ya no podían vivir de las rentas ni del error ajeno y Sandoval introdujo a Jara por un desafortunado Isma López, sin variar el dibujo y con veinte minutos por delante en los que el Sporting topó una y otra vez contra sí mismo y sus limitaciones. Si no funcionan las bandas, el equipo se autodestruye en un embudo del que ningún jugador sabe salir. Un gol de Barrera en posible posición legal pudo cambiar el signo del encuentro, que no el análisis ni el enfoque hacia un equipo partido por la mitad que no es capaz de manejar los tiempos ni parece tener un plan de juego que no sea depender de la iluminación de un serbio y de un portero que de nuevo salve la derrota en el descuento. La misma cantinela del año pasado. Demasiados condicionantes para un equipo cuya rendimiento decrece según transcurren las jornadas, bajando de la nube para darse de bruces con la tierra firme.

¿Qué os ha parecido el partido del Sporting? ¿Hay Stefandependencia? ¿Qué jugadores creéis que no deberían ser titulares en el equipo?

Sergio Pinto
@dikembe


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