-Declaraciones de Sandoval:
-“Hemos tenido consistencia y ambición, hemos sido un equipo con toque, juego interior y con salida por las bandas”
- “Espero que la suerte acabe por equilibrarse a lo largo de la temporada”
- “Tenemos que hacer grandes esfuerzos para superar los no aciertos de otras personas”
- “Lora es un jugador fuerte a la hora de la presión y conectó muy bien”
- “El larguero, ya visteis… Lo normal es que fuera para adentro, pero…”
- “Juego, resultados… Tenemos juego, queda equilibrarlo con los resultados”
- “Nos vamos a acordar de este punto”
- “Para ganar necesitamos 25 ocasiones de gol”
- “¿Bustos? Tiene que estar al ciento por ciento: el martes entrará con el equipo”
CÓRDOBA: Saizar(1); De los Reyes(1), Bouzón(1), Armando(2), Pedro(2), Strahman(1), López Silva(2), Caballero(2), Abel(1), Pelayo(1) y Fran Cruz(1).
SPORTING: Cuéllar(2); Luis Hernández(1), Bernardo(0), Mandi(1), Canella(0); López Garai(1), Nacho Cases(3), Carmona(2); Lora(1), Scepovic(1) e Isma López(0).
SUSTITUCIONES: Barrera(1) por Isma López, Jara(1) por Luis Hernández y Lekic (1) por Scepovic.
GOLES: 1-0 Caballero(p). 1-1- Carmona. 2-1 Pedro. 2-2 Lekic.
ÁRBITRO: Jorge Valdés Aller, del Comité de Castilla y León.
Se fueron Córdoba y Sporting del Arcángel con sabor agridulce, aunque quizá los rojiblancos aún conservaban fresco en su paladar el gol de Lekic que les dio un postrero empate que sirvió para poco más que administrar justicia a lo visto en el terreno de juego. A los andaluces les fue suficiente con dos arreones de juego mientras que los asturianos volvieron a cometer los pecados capitales de siempre que nos transportan al pasado más doloroso y reciente: la falta de contundencia en defensa y en ataque.
Cantaba la afición del Córdoba el himno a capella en un ambiente primaveral que retrasa aún más lo que supuestamente nos aguarda a la vuelta de la esquina. El sol iluminaba el estadio verdiblanco y Lora sustituía a Barrera en el once inicial gijonés, con Luis Hernández flanqueando la banda derecha y Nacho Cases de nuevo a los mandos del conjunto de Sandoval, que comenzó bien plantado en el terreno de juego pero con cierta indolencia. Los locales llevaban el peso del partido en el inicio, espoleados por los suyos, mientras el Sporting salía con velocidad probando a un Saizar que parecía haber untado sus guantes de una sustancia oleosa contraria a sus intereses. Isma López, Scepovic y Carmona probaron al meta local, que se las apañaba como podía añadiendo un suspense de dos rombos. Los verdiblancos imprimían un alto voltaje a un partido en el que últimamente el árbitro tiene más protagonismo que los propios jugadores y en el día de hoy el colegiado no iba a faltar a su cita. Un saque de esquina a favor de los cordobeses desembocó en una acción defensiva de Scepovic, que balón mediante, despeja y se lleva por delante a Samu. El penalti lo transformó Caballero y la historia se repetía para los asturianos, que sin merecerlo, volvían a tener que remar con viento en contra.
El gol pareció subir las revoluciones del equipo, que con un Cases excepcional, viraba su juego hacia la banda izquierda donde un Isma López muy desafortunado no era capaz de finalizar ninguna jugada ni de asistir a sus compañeros. El vasco tuvo la oportunidad más clara de la primera parte tras una gran combinación que finalizó con un escorzo que se estrelló en el travesaño de Saizar. Poco antes Carmona también había rozado el empate en un remate cruzado que el guardameta rechazó. Los movimientos de Scepovic bajando a recibir o descolgándose a banda no eran aprovechados por sus compañeros, echando el serbio enormemente en falta las llegadas desde segunda línea de Alex Barrera. Si a eso se une la endémica falta de definición del equipo, el resultado no podía ser otro que el de las últimas contiendas. Superioridad en el terreno de juego pero no en el marcador y de nuevo unos puntos, y ya son muchos, que se escapaban de las manos de los rojiblancos en los primeros 45 minutos.
Tras la vuelta de vestuarios el panorama poco cambió, con un Sporting que seguía imponiendo jerarquía en el césped pero que no era capaz de materializar ninguna de sus oportunidades. El Córdoba salía a la contra, dejando en evidencia a un Bernardo fuera de su mejor forma que sería amonestado y se perderá el partido ante el Sabadell. Sandoval decidió mover banquillo y Barrera sustituyó a Isma López, pasando Carmona a la izquierda del ataque del equipo gijonés, volviendo Lora al lateral tras la entrada de Jara por Luis Hernández. En una jugada aislada llegó el esperado empate tras una dejada de Scepovic con el pecho que Carmona, en fuera de juego, cabeceó a la red. Quedaba un cuarto de hora para el final y contrariamente a la tendencia por la que parecía transcurrir el partido, el Sporting pareció conformarse y bajó dos revoluciones que permitieron al Córdoba meterse de nuevo en el choque y encerrar a los rojiblancos en su área con varias acometidas que volvieron a dejar en evidencia al entramado defensivo de Sandoval. En una de ellas, López Silva retrató a Bernardo y gozó del beneplácito defensivo de un blando Lora, centrar al segundo palo para que Pedro, libre de la marca de Canella, cabeceara a la red. De nuevo los andaluces, con lo justo, se adelantaban en el marcador y obligaban a la heroica a los visitantes.
En un movimiento aún incomprensible una hora después de que finalizara el partido, Sandoval agotó los cambios retirando a Scepovic y dando entrada a Lekic. Los sportinguistas, ya con las fuerzas muy justas, apelaron al corazón en esos últimos minutos y abrieron líneas, lo que aprovechó el Córdoba para tratar de cerrar el partido. Fue en ese momento cuando emergió Cuéllar para salvar a su equipo del 3-1 y habilitar a sus compañeros en la jugada del empate, con un centro de Jara que tras envenenarlo Silva desembocó en los pies de Lekic que sólo tuvo que empujarla. No quedaba tiempo para más y aunque el resultado pudiera catalogarse de justo, dio la impresión de que el Sporting volvía a perder puntos por tercer partido consecutivo. El rendimiento y juego del equipo parece no casar con la obtención de la merecida recompensa y son tres los puntos conseguidos de los últimos quince. La fragilidad defensiva, la falta de forma de algunos jugadores y el errático acierto cara a gol volvieron a ser una lacra demasiado grande para un equipo que continúa alejándose de su objetivo. Es obvio que aún hay tiempo para la reacción, pero ésta dependera de que los de Sandoval, entre otras cosas, dejen de pinchar fuera de casa, quedando la última victoria, el 18 de mayo en Xerez, cada vez más lejana en el horizonte rojiblanco.
Sergio Pinto
@dikembe
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